jueves, 26 de agosto de 2010

La aventura más grande


Como ya he escrito en poemas, la aventura de ser padres es una llena de dulzura con un toque de amargura. Es algo como lo que dice la promoción de unos pañales: vida de padres, caóticamente hermosa. Es el amor más grande y maravilloso que uno puede experimentar, y también el más fuerte y doloroso.

Prefiero obviar el tema de los hechos ocurridos recientemente en nuestra isla, pues para eso hay otros foros. Sólo puedo decir que, al haber experimentado este amor (que crece más cada día), no puedo tan siquiera imaginar la vida sin mis hijos. Ellos son mis grandes amores, tan diferentes como el sol y la luna.

Esta aventura cambia la vida, las prioridades, los planes; ¡todo! Pero, de verdad que vale la pena. Al que pueda, le recomiendo que la viva aunque sea una vez. Aunque entiendo que, como el matrimonio, no es para todo el mundo. Cuando experimentas esto, no existe orgullo, egoísmo ni ningún otro sentimiento negativo, que no sea preocuparte por ellos. Uno da todo por ellos. Lo más lindo es que te enseñan a volver a descubrir el mundo cada día. ¡Uno hasta desea volver a ser niño! Mis pollos, como yo les digo, apenas tienen 7 años (Lex) y 1.8 años (Max). Ellos me llenan de alegría. Son mis 2 hermosas y poderosas razones para levantarme cada día.

Comparto con ustedes esta foto de los pollos, Lex y Max, tomada en julio 2010 en una “chiringada” en El Morro. Es una de mis fotos favoritas. Max parece decir: “Lex, a dondequiera que vas, ¡te sigo!”

Le dedico esta entrada a todos los padres y madres, así como a l@s que van a serlo pronto, que desde ya lo son. ;-) Comparte tu experiencia si estás viviendo esta aventura.

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