miércoles, 25 de septiembre de 2013

Mi nombre es…


            Buenas noches, aventureros. Espero que estén bien.

            Mi nombre es ________ , y… Así uno se presenta en diferentes sitios, y en este caso fue en un grupo de apoyo. Había visto esto mayormente en películas, y me preguntaba si de verdad funciona. Hay grupos para diferentes situaciones, desde alcoholismo, víctimas del crimen, etc. Ellos se reúnen, y comparten sus experiencias.

            Supe de este grupo por Facebook y por un amigo, pero no había ido a las reuniones, porque no estaba pasando por la situación. Cuando empecé a pasar por eso, lo recordé, pero no me atrevía a ir. De hecho, el día que finalmente fui, por poco no voy. Me preguntaba qué diría, y cómo reaccionaría esa gente que yo no conocía, si ir me ayudaría, etc.  Yo, que soy tan extrovertida, que he sido Reportera y voluntaria entre otras cosas, estaba nerviosa, y no sabía ni qué iba a decir.

            A esta reunión no fue mucha gente debido a la lluvia. Se discutió algo que los líderes leyeron, y cada uno contribuyó con su opinión y experiencia. Estuvo muy interesante. Mientras los escuchaba, me iba relajando, al darme cuenta que estas personas son como cualquiera y como yo; no soy la única que pasa por esto.

            Luego de eso, me tocó presentarme.

                                    “Buenas noches. Mi nombre es Jacqueline,
 y estoy pasando por una depresión.”

            Sí, es un grupo de apoyo para personas deprimidas.

            Contar mi experiencia fue mucho más fácil de lo que imaginaba. Ellos me hicieron sentir cómoda escuchándome, y luego diciéndome cosas que me hicieron sentir mejor.

            Cuando terminé, una señora me dio un abrazo que me llegó al alma. Me derretí en sus brazos; lloré, y sentí que me quitaron un gran peso de encima. De verdad que los abrazos son terapéuticos; debemos abrazar más.

            Esta fue mi experiencia, y de verdad que lo recomiendo. Cuando uno está pasando por una situación difícil, uno tiende a aislarse, pensando que nadie puede entenderte o ayudarte. ¿Saben qué? Estamos equivocados. Esto te da otra perspectiva; te das cuenta que no eres el único en el mundo que pasa por eso, y puedes desahogarte y aprender de otros.

            A mí me encantó, y quiero seguir asistiendo. Esta experiencia ha renovado mi deseo de ayudar a otros, que es algo que me llena, y que dejé a un lado por el proceso en el que me encuentro.

            Agradezco al Grupo de Apoyo Aliento, a sus miembros y sobre todo a sus líderes, Daly y Moncho, que me recibieron con brazos abiertos y me hicieron sentir en familia. Comparto su información, por si a alguno le interesa o lo puede recomendar.


           Comparto el video de la canción “Quiero aprender de ti” de El Canto del Loco, que ellos compusieron para los pacientes del Hospital Neuropsiquiátrico Dr. José T. Borda en Argentina, quienes fundaron una estación de radio llamada Radio La Colifata. Recordé esta canción cuando terminé de preparar esta entrada, y me parece muy apropiada para el tema.


            Tú también puedes salir de esto. No estás solo. Busca ayuda, y rodéate de gente que te llene de buena vibra. Sigue adelante siempre.

            Gracias por escuchar. Un abrazo. 

miércoles, 18 de septiembre de 2013

El Fin

          


           ¿Qué tal, aventureros? Estoy de vuelta, luego de mucho tiempo fuera, así que ¡prepárense, que aquí vamos!

            El fin…¿Qué piensan sobre esta frase; en algo que termina, verdad? Pues en este caso se refiere a algo que empieza. “The end where I begin” (“El fin donde yo empiezo”) es el título de una canción de The Script, una banda irlandesa, que es una de mis favoritas. Esta canción inspiró esta entrada, que es la más personal que he escrito. Comparto con ustedes mi historia.

            Este verano que está a punto de terminar ha sido muy diferente y difícil para mí. Luego de notar algunos cambios, y de no querer aceptarla, tuve que enfrentar la realidad: estaba deprimida. ¿Cóóómooo? ¿Que Jac, que fue bautizada como “sonrisa ambulante”, se deprime? Pues sí, soy humana. Tuve unas situaciones personales y profesionales que me afectaron bastante. No daré los detalles, porque eso no viene al caso, pero quiero compartir mi experiencia; de esta manera, espero poder ayudar a otros que estén pasando por lo mismo.

            La depresión es mucho más seria de lo que algunos piensan. NO es una “changuería”. ¿Cómo empecé a notarla? Por las constantes ganas de llorar y de no querer hacer nada. Sentía que nada me alegraba o me llenaba; me sentía perdida. Empecé a sentir miedo a la soledad, algo que no es común en mí. La gota que colmó la copa fue que cuando tomé mis vacaciones, que estuve mayormente sola, me sentía fatal, y hasta me enfermé.

            Yo, que siempre he sido la consejera de mis amigos, no sabía qué hacer. Empecé a buscar soluciones, pero no tuve mucho éxito. Escribir siempre ha sido una terapia para mí, y escribí mucho, pero aún algo faltaba.

            Tomé unas pastillas naturales que supuestamente mejoran el ánimo, y me hicieron sentir peor. Hice ejercicio hasta que me lastimé, y nada. Así que decidí buscar ayuda. Algunas personas no creen en esto, o hasta se abochornan, pero yo lo recomiendo, ya que los profesionales nos dan herramientas para poder manejar las situaciones.

            Empecé a hacer algunas de las cosas que la Psicóloga me recomendó, pero aún estaba luchando por salir a flote. Una de las cosas que estaban en la lista era hacer algo por mí y algo por los demás, pues le hablé de mi labor voluntaria. Resulta que ni eso tenía ganas de hacer, cuando es algo que siempre me ha llenado. No tenía ganas de hacer nada, y lo que deseaba era aislarme del mundo; no quería ni salir. Me obligaba a hacer cosas, pero no disfrutaba nada, y lloraba a cada rato.

            Algo que también me afectó fue la desilusión que me llevé con las personas, pues confieso que soy sensible, aunque trato de ponerme una armadura. Me llevé sorpresas con varios amigos; algunos cercanos me “pichearon”, y otros que ni hubiera imaginado estuvieron ahí para mí. A ellos les doy las gracias, porque supieron regalarme una sonrisa escribiéndome, llamándome, y hasta compartiendo pensamientos y canciones. Eso vale, y nunca lo olvidaré.

            Quiero agradecer a mi familia, que también estuvo ahí, y me aconsejó; especialmente a mi madre, que es mi pilar. Mami, gracias por todo; yo estoy hecha de pedacitos de ti. Te amo. Mi hermano Ray no tiene ni idea de lo bien que me hicieron sentir las cosas que compartió en mi “wall” de Facebook. Gracias, bro. I <3 u. xo

            La persona más importante en esta historia es la suerte de mi vida, mi compañero de aventuras. Gracias, mi amor, por estar ahí, por tu paciencia; por ser mi roca. Te amo.

            ¿Saben cómo termina esta historia? Pues no tiene fin, ya que sigo en el proceso. Hay días buenos, y otros mejores, pero voy caminando, y ya me estoy sintiendo mejor.

            Quise compartir esto para tratar de ayudar a los que pasan por la misma situación. Si este es tu caso, busca ayuda lo más pronto posible. Trata de tener paciencia, porque es un proceso, y conlleva tiempo. Pero, cree en ti mismo, y no te rindas. Ya verás que volverás a sonreír. ;-)

            Comparto el video de la letra de la canción, que es hermosa. 


            Gracias por escuchar. Un abrazo.