miércoles, 29 de febrero de 2012

Aventura compartida



¿Qué hay de nuevo, aventureros? Ya estoy de vuelta, con muchas cosas nuevas y sorpresas.

Aventura compartida…¿qué es eso? Esa es la frase con la que describiría el matrimonio, si me preguntaran.

Matrimonio. Algunos escuchan esta palabra, y se asustan, porque le tienen fobia al compromiso. Otros no desean hablar sobre eso, pues tuvieron una mala experiencia. Unos sonríen porque actualmente se encuentran en esta aventura, y están contentos. Hay diferentes escenarios, pero hoy hablaremos del concepto como tal.

A mí me inspira para escribir todo; puede ser algo que escucho o veo, una experiencia de otra persona o propia. Esta entrada surgió por un comentario de alguien que conozco. El dijo que cuando se case, como ha “corrido” tanto, estará quieto, y no le interesará estar “brincando”. Esto lo he oído muchas veces, pero esta vez tiene algo peculiar, porque encontré una similitud. ¿Pueden imaginar cuál es? La religión. Tranquilos, que ese es un tema delicado, y no lo tocaré aquí. Pero, ¿saben cuando algunas personas, después que hacen y deshacen, se refugian en la religión y se escudan en esta? Pues así es la filosofía de este grupo de personas. Si cometiste errores o tuviste muchas parejas, esa fue tu decisión, y nadie tiene derecho a juzgarte por eso. Pero, no pretendas que el matrimonio sea una cura milagrosa.

Luego, esta persona me preguntó sobre mi experiencia en el matrimonio. Yo me casé joven, pero (como le contesté) no me arrepiento ni siento que me perdí de nada. Algunas de las cosas que hice fue terminar la universidad y tener varias experiencias de empleo. Además, fui la coordinadora de las reuniones del grupo de amistades, en las que nos divertimos mucho celebrando los cumpleaños, “jangueando”, haciendo turismo interno, etc. Mi esposo y yo tuvimos la maravillosa experiencia de ser un equipo de Fotógrafo y Reportera, respectivamente, y cubrir eventos tales como conciertos, desfiles de moda y concursos de belleza.

Yo seguí viviendo. El matrimonio no significa muerte; al contrario, es el comienzo de una aventura compartida. Como dice Sie7e, ese cantante que tanto admiro, que su esposa es su “cómplice en la vida”. Ojalá todos pensaran así, pues algunos ven a su pareja como su rival o hasta su enemigo. Tu esposo/a debe ser tu complemento, alguien que te permita crecer y ser tú mismo/a; no alguien que te domine o te haga daño emocional o físico.

Este es un gran paso, que como un hijo pero no tanto, cambia tu vida. No debe darse por las razones equivocadas, como un embarazo o salir de tu casa. Un consejo que siempre le doy a mis sobrinos es: “para todo hay tiempo en esta vida”. Yo me casé porque quise; nada ni nadie me obligó. Esperamos para tener a los pollos (nuestros hijos), y tuvimos tiempo para conocernos, adaptarnos y entendernos.

Uno tampoco debe casarse porque piensa que eso va a hacer cambiar a la pareja o para solucionar un problema. Las personas son como son; pueden modificar algunas cosas, siempre y cuando estén dispuestas a hacerlo, pero no convertirse en quienes no son porque sus parejas quieran.

Además, uno no puede ir con falsas expectativas, de que todo va a ser color de rosa, como un cuento de hadas. Esa no es la realidad. El matrimonio, sobretodo al principio, es difícil; requiere atención y cuidado, y no puede sobrevivir sin comunicación, confianza y respeto.

Sí, acepto que el matrimonio, al igual que los hijos, no es para todo el mundo. Nadie tiene derecho a juzgar a nadie. Cada quien escoge su camino y cómo y con quién quiere caminarlo.

Comparto el video de la canción “From this moment on” de Shania Twain. Esta canción es hermosa, y ha sido tan solicitada para las bodas, que ha logrado convertirse en un himno para las mismas.

Como siempre, aclaro que no soy una experta en este asunto, ni pretendo serlo. Tampoco con esto quiero decir que mi matrimonio es perfecto, porque ninguno lo es. Recuerden que este es un foro, donde yo empiezo expresándome, y los invito a compartir su opinión; aprovechen la oportunidad.

Esta entrada es dedicada a los que todavía creemos en el matrimonio; en especial, al que comparte esta aventura conmigo. Gracias por todo, mi amor. TE AMO mucho, y quiero seguir caminando contigo siempre.

Hasta la próxima.

4 comentarios:

  1. Aunque estoy viendo mi matrimonio terminar, si me case para toda la vida y a el siempre lo considere mi complice. La leccion que aprendi en este mi segundo matrimonio es que requiere trabajo y mucho esfuerzo. No es estatico y cuando las dos personas no caminan juntos en el mismo escalon de la escalera de la vida, pues se van apartando hasta que la diferencia en escalones hace que no puedan sujetar sus manos juntos. No se trata de si corriste o no corriste, eso ayuda, pero es mas bien el compromiso que tienes de ver que el amor es mas que pasion y la chuleria. El amor de pareja es solidario y compasivo. Es lo que queda luego de una vida juntos.

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  2. ¡Me encantó este post! Yo soy de las que creo 100% en el matrimonio. Llevo casi 15 años en esta aventura y aunque siempre hay altas y bajas me siento orgullosa de mi matrimonio. Como siemrpe le digo a mi esposo mi deseo es envejecer a su lado.

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  3. Excelente reflexión, un resumen preciso a las palabras de ese gran pintor Claude Monet; “Pregúntate si lo que estás haciendo hoy te acerca al lugar en el que quieres estar mañana”...como agentes y arquitectos de nuestro destino está en cada uno trabajar para alcanzar realización en aquello que aspiramos...mi solidaridad a tus palabras

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  4. ¡Gracias por sus comentarios! Esto es por y para uds. ;-)

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