miércoles, 6 de noviembre de 2013

La Ventana

           

            Hola, aventureros! ¿Qué tal?

            Hoy los invito a mirar la vista desde mi ventana. ¡Vamos!

            Recientemente cambié de empleo, y ahora estoy en un proyecto, donde las tareas cambian constantemente. Durante dos semanas, estuve revisando documentos y haciendo llamadas. Para hacer esto, me cambiaron de área, y tuve que sentarme en otro escritorio. Aunque la tarea era bastante monótona, lo mejor fue la vista que tenía desde la ventana.

            Algo que me llamó la atención fue que me dí cuenta que mi “vecino”, el compañero del escritorio de al lado, apenas mira por la ventana; es como si no existiera. Sé que estará acostumbrado, pero comoquiera eso me dejó pensando.

            Vivimos ajorados y con demasiado estrés, y casi no nos detenemos a apreciar la naturaleza y hasta a las personas. En el sitio que trabajaba antes, estaba encerrada en cuatro paredes, y no me enteraba si llovía o salía el sol. Ahora tengo la bendición que hay ventanas dondequiera; sólo hay que asomarse si no tienes una cerca.

            Desde que supe que hay un lugar en el trabajo donde puedo caminar, lo hago todos los días a la hora de almuerzo. Las compañeras se ríen de mí, y dicen que no saben cómo puedo, pero no me importa, porque lo disfruto. Durante esas caminatas, tomo fotos y las publico en Instagram, que es una de mis aplicaciones favoritas; también escribo versos en mi celular. En Instagram, utilizo el “hashtag” #naturewithinconcrete, pues encuentro naturaleza dentro del cemento. Para los que vivimos en el Area Metropolitana, ir a la playa o al campo es algo diferente y relajante, pues estamos rodeados de autopistas y edificios. El año pasado me quedé varios días con la tropa (como le digo a mi familia, aunque sólo somos cuatro) en casa de mi cuñado en las montañas de Utuado. Eso fue como estar en otro mundo; cabalgamos, caminamos por el monte, y hasta fuimos al río que está cerca. Cuando llegó el momento de irnos, ninguno quería regresar.

            Tengo un amigo que vive en el campo, en un pueblo del Area Oeste, y dice que quisiera vivir en el Area Metropolitana. Yo le digo que intercambiemos, porque yo quisiera vivir rodeada de la naturaleza. Como escribí hace unos meses:


            Tenemos que detenernos a observar el paisaje, como dice esa cita: “Stop and smell the flowers.”. Eso nos relaja y nos inspira; es como recargar la batería. Vivimos rodeados de belleza que no apreciamos.

            Yo seguiré caminando y encontrando la belleza en cada detalle. ¿Y tú?

            Comparto el video de la canción “Caminar” de Dani Martin, que habla de encontrar algo mejor en el camino, y que es una de las que escucho a veces durante mi caminata. 

            Gracias por escuchar. Un abrazo. 


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