Hola, aventureros! ¿Qué tal?
Hoy los
invito a mirar la vista desde mi ventana. ¡Vamos!
Recientemente
cambié de empleo, y ahora estoy en un proyecto, donde las tareas cambian
constantemente. Durante dos semanas, estuve revisando documentos y haciendo
llamadas. Para hacer esto, me cambiaron de área, y tuve que sentarme en otro
escritorio. Aunque la tarea era bastante monótona, lo mejor fue la vista que
tenía desde la ventana.
Algo que
me llamó la atención fue que me dí cuenta que mi “vecino”, el compañero del
escritorio de al lado, apenas mira por la ventana; es como si no existiera. Sé
que estará acostumbrado, pero comoquiera eso me dejó pensando.
Vivimos
ajorados y con demasiado estrés, y casi no nos detenemos a apreciar la naturaleza
y hasta a las personas. En el sitio que trabajaba antes, estaba encerrada en
cuatro paredes, y no me enteraba si llovía o salía el sol. Ahora tengo la
bendición que hay ventanas dondequiera; sólo hay que asomarse si no tienes una
cerca.
Desde que
supe que hay un lugar en el trabajo donde puedo caminar, lo hago todos los días
a la hora de almuerzo. Las compañeras se ríen de mí, y dicen que no saben cómo
puedo, pero no me importa, porque lo disfruto. Durante esas caminatas, tomo
fotos y las publico en Instagram, que es una de mis aplicaciones favoritas;
también escribo versos en mi celular. En Instagram, utilizo el “hashtag”
#naturewithinconcrete, pues encuentro naturaleza dentro del cemento. Para los
que vivimos en el Area Metropolitana, ir a la playa o al campo es algo
diferente y relajante, pues estamos rodeados de autopistas y edificios. El año
pasado me quedé varios días con la tropa (como le digo a mi familia, aunque
sólo somos cuatro) en casa de mi cuñado en las montañas de Utuado. Eso fue como
estar en otro mundo; cabalgamos, caminamos por el monte, y hasta fuimos al río
que está cerca. Cuando llegó el momento de irnos, ninguno quería regresar.
Tengo un
amigo que vive en el campo, en un pueblo del Area Oeste, y dice que quisiera
vivir en el Area Metropolitana. Yo le digo que intercambiemos, porque yo
quisiera vivir rodeada de la naturaleza. Como escribí hace unos meses:
Tenemos que
detenernos a observar el paisaje, como dice esa cita: “Stop and smell the
flowers.”. Eso nos relaja y nos inspira; es como recargar la batería. Vivimos
rodeados de belleza que no apreciamos.
Yo
seguiré caminando y encontrando la belleza en cada detalle. ¿Y tú?
Comparto
el video de la canción “Caminar” de Dani Martin, que habla de encontrar algo
mejor en el camino, y que es una de las que escucho a veces durante mi caminata.
Gracias
por escuchar. Un abrazo.
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