Hola, aventureros.
Yo no me he ido…¿quién? Ese es el título de un poema que escribí en estos días, y que quiero compartir.
Una idea de un taller de escritura al que asistí recientemente y la película “Hereafter” también contribuyeron a esta entrada. El director es Clint Eastwood; todas las películas que ha dirigido son tremendas, y esta no es la excepción. La película es excelente, aunque entiendo que no a todos les interesa ese tema, pues se trata de la vida después de la muerte; hay mucha gente escéptica, que no creen que haya algo así. Pero, lo más importante de la película es la búsqueda de respuestas; estas personas han perdido a un ser querido, y desean saber si está bien, para aceptar la realidad y tratar de seguir adelante. Los que piensan que la película es de acción o se trata del tsunami, se equivocan, y por eso pienso que a algunos no les ha gustado; si la ven con otro punto de vista, la entenderán. Los que hemos perdido a alguien cercano, podemos identificarnos. Recuerden esto siempre: “Lo que se ama nunca muere”, como dice El Angel de la Guarda, Iván Ayala.
Con esto en mente, escribí este poema, sobre el que comento luego.
Yo no me he ido
Todavía
veo melancolía
en tu sonrisa.
Y tus ojitos
han perdido
algo de su brillo.
Sé que a veces
sientes
que no puedes.
Seguir adelante,
y quisieras contarme,
para yo aconsejarte.
Decirte
que todo estará bien,
que las cicatrices
te harán crecer.
Que aunque caigas,
te levantas.
Nunca fui de muchas palabras.
Quizás no te dije lo suficiente
lo orgulloso
que estoy de tus logros,
y de que siempre.
Te quise,
e hice
todo lo posible.
Por darte lo mejor.
Tú eres un tesoro que Dios
me dio.
No estás sola,
ni antes ni ahora.
Yo no te he abandonado
ni olvidado.
Yo vivo en tus manos,
en tu paso
al caminar,
y te acompaño
en cada despertar.
Cuando menos
lo imaginas,
yo te pienso,
y todo se ilumina.
Sonrío
cuando tú sonríes.
Yo no me he ido;
no tienes que estar triste.
Yo siempre te cuido.
Y desvío
el peligro
de tu camino.
Mi ausencia
no es tan fuerte
como mi presencia.
Tranquila;
tú estuviste ahí
para mí,
y eso no se olvida.
Entre nosotros
hay un lazo,
que no hay modo
de destrozarlo.
No estás demente,
ni son trucos de tu mente;
yo te hablo en sueños,
cuando siento.
Que estás inquieta
y preocupada;
mi alma
intenta
devolverte la calma.
No tienes que llorar,
pues siempre me llevarás.
Yo soy tu pilar,
y siempre seré tu papá.
Yo no me he ido.
Aquí sigo
contigo.
---o---
Jacqueline Sánchez Ruiz
©® Derechos Reservados 2011
Para los que no lo saben, mi papá falleció hace dos años, pero para mí es como si hubiera sido ayer. Pueden leer sobre esto en la entrada “Mi Pilar” (http://aventurasdejac.blogspot.com/2010/10/mi-pilar.html) , en la que hablé sobre él. El era el pilar de mi vida, además de mi mamá, que también adoro. Fue un padre excelente, y doy gracias a Dios por el tiempo que lo tuve. Como ahora entenderán, este poema lo escribí como si él me estuviera hablando. Espero que les guste. Si desean, pueden compartir su experiencia en privado, comentándome al e-mail o al inbox de Facebook.
Hasta luego.
Hereafter
